Papel artesanal un medio de expresión
Orígenes del papel en la antigua China
El papel tiene sus orígenes en la antigua China, donde fue inventado durante la dinastía Han, alrededor del año 105 d.C. El papel se fabricaba inicialmente a partir de trapos de lino, cáñamo y corteza de morera, que eran descompuestos en agua y luego formados en láminas delgadas que se secaban al sol. Esta innovación revolucionaria permitió la creación de un medio de escritura más ligero, duradero y asequible en comparación con el bambú, la madera o la seda que se utilizaban anteriormente para la escritura.
La invención del papel en China fue un hito crucial en la historia de la humanidad, ya que permitió la difusión del conocimiento, la preservación de la información y el intercambio cultural a una escala sin precedentes. La producción de papel se mantuvo como un secreto celosamente guardado en China durante varios siglos, hasta que finalmente se difundió a otras partes del mundo, transformando para siempre la forma en que la humanidad registraba y compartía su historia.
El papel, como medio de comunicación, se convirtió en un pilar fundamental en el desarrollo de la civilización y sentó las bases para la revolución de la información que presenciamos en la era digital.
La dinastía Han (chino antiguo: 漢朝 *n̥ˤar-s traw, chino moderno: 汉朝, pinyin: Hàncháo) fue la segunda dinastía imperial china. Duró desde el año 206 a. C. hasta el 220 d. C. El periodo Han es considerado como una edad dorada en la historia china, y dejó un legado cultural que aún prevalece. La dinastía dio nombre al grupo étnico mayoritario de China, la etnia Han.
Durante la dinastía, China se convirtió oficialmente en un Estado confuciano y prosperó en el ámbito interno: la agricultura, la artesanía y el comercio florecieron, la población superó los 50 millones, y se perfeccionó la burocracia estatal. Mientras tanto, el imperio extendió su influencia cultural y política sobre los actuales Vietnam, Mongolia y Corea. La expansión hacia el oeste llegó hasta la depresión de Tarim, en la actual Sinkiang. Sin embargo, el control por parte de los Han de las regiones periféricas era generalmente escaso. Para asegurar la paz con los poderes locales, la Corte Han desarrolló un "sistema tributario" mutuamente beneficioso. A los estados no-chinos se les permitía autonomía a cambio de la aceptación simbólica de la dominación Han. Los lazos tributarios se confirmaron y reforzaron a través de enlaces matrimoniales de princesas chinas con soberanos de esos estados semiindependientes y los intercambios periódicos de regalos y bienes. La expansión hacia el oeste y la consolidación del comercio dio como resultado la creación de la ruta de la seda. Sin embargo, finalmente el poderío de los Han se derrumbaría bajo una combinación de presiones internas y externas, desapareciendo en el año 220.
La dinastía suele dividirse en dos periodos: la dinastía Han Occidental (西漢朝, xī hàn cháo) o Han Anterior (前漢朝, qián hàn cháo), que duró hasta el año 9 y tuvo su capital en Chang'an (actual Xi'an, Shaanxi), y la Han Oriental (東漢朝, dōng hàn cháo) o Han Posterior (後漢朝, hòu hàn cháo), que duró desde el año 25 hasta el 220 y tuvo su capital en Luoyang. La convención de denominarlas occidental y oriental se usa hoy en día para evitar confusión entre las dinastías Han de las del Período de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos, aunque la nomenclatura de anterior/posterior se usaba ya en los textos históricos, incluyendo en Zizhi Tongjian del historiador Sima Guang (1019-1086).
Los logros intelectuales, artísticos y literarios florecieron durante la dinastía Han. El periodo Han produjo el historiador más famoso de China, Sima Qian (c. 145-87 a. C.), cuyas Memorias históricas (Shiji) proveen una crónica detallada desde los tiempos de la legendaria dinastía Xia hasta aquellos del famoso emperador Wu (r. 141 a. C.|141]]-87 a. C.). Los avances tecnológicos también marcaron este periodo. Uno de los grandes inventos chinos, el papel, data de la época Han. Sería correcto afirmar que los imperios contemporáneos de los Han y los romanos eran los mayores que existían en ese momento en el mundo conocido. Ambos eran conscientes de la existencia del otro, y existía un vínculo comercial a través de los otros imperios que existían en Asia Central y que actuaban como intermediarios, como Partia. Era un intercambio bastante desigual; China exportaba especias, telas, y, principalmente, seda. El Imperio romano (llamado en China Da Qin) únicamente podía ofrecer oro y plata a cambio, puesto que no poseían otras manufacturas de interés para los chinos. Uno de los pocos contactos directos registrados entre ambos imperios aparece en el Libro de Han Posterior (Hou Hanshu), donde se cuenta que supuestamente una embajada romana representando al emperador Antonino Pío (r. 138-161) alcanzó la capital Luoyang y fue recibida por el emperador Huan (r. 147-168).
Impacto cultural del papel en la sociedad occidental
La introducción del papel en la sociedad occidental tuvo un impacto cultural masivo. A medida que la fabricación de papel se extendió desde China a través de la Ruta de la Seda y llegó a Europa alrededor del siglo XIII, se produjo una transformación significativa en la forma en que se registraba y difundía el conocimiento. Los monasterios, que tradicionalmente habían sido los guardianes del conocimiento escrito en manuscritos, ahora podían producir libros de una manera mucho más eficiente y asequible.
El acceso más amplio a los textos escritos permitió la propagación de ideas, el desarrollo de la educación y el surgimiento de la imprenta, lo que a su vez allanó el camino para la Reforma Protestante y el Renacimiento. El papel se convirtió en un catalizador para la difusión de la cultura, el arte, la ciencia y la religión en toda Europa, transformando la sociedad occidental de una manera sin precedentes.
En la era digital, aunque el papel impreso ha sido desafiado por las formas digitales de comunicación, su legado cultural perdura, y el papel artesanal sigue siendo apreciado por su calidad, su textura única y su conexión con la tradición y la artesanía.
El amate, el papel de la América precolombina
El papel amate es un tipo de soporte vegetal con un uso que se remonta a la época precolombina de Mesoamérica, usado des del primer milenio antes de la era cristiana.
Se le llama papel porqué se fabrica a partir de cortezas de de los arboles pero el proceso de fabricación es diferente. El amate se elabora con las cortezas de los jotones (un tipo de ficus), se dejan en remojo o se cuecen con agua y cal, y luego se chafan sobre tablas de madera con piedra volcánica que libera una sustancia que sirve de resina y aglutina las fibras. Para obtener un amate de mejor calidad las fibras se entrelazan en una especie de tejido no-tejido y si se quiere conseguir un acabado liso se frota con una piel de naranja. Finalmente se seca al sol sobre tablas de madera.
El papel artesanal: Patrimonio cultural y técnico
El papel artesanal ha desempeñado un papel crucial a lo largo de la historia, y su importancia no se limita únicamente a su utilidad como soporte de escritura. La transmisión de las técnicas de fabricación de papel artesanal ha sido fundamental para preservar este patrimonio cultural y técnico a lo largo de los siglos. A través de la enseñanza y el aprendizaje de estas técnicas, se garantiza la continuidad de un oficio ancestral que sigue siendo relevante en la actualidad.
La transmisión de estas técnicas no solo implica la enseñanza de los procesos de fabricación, sino también la comprensión de la importancia cultural y artística del papel artesanal. Además, esta transmisión juega un papel crucial en la preservación de la diversidad cultural, ya que cada región tiene sus propias técnicas y tradiciones en la fabricación de papel.
Preservar la transmisión de las técnicas de fabricación de papel artesanal es fundamental para conservar este importante legado cultural y técnico, asegurando que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de la belleza y la autenticidad de este arte milenario.
El papel artesanal: Integración de la tradición en la era digital
En la era digital, el papel artesanal no ha perdido su relevancia, sino que ha encontrado nuevas formas de integrarse en la sociedad contemporánea. A pesar de los avances tecnológicos, la autenticidad, la textura y la belleza del papel artesanal siguen siendo altamente valoradas, tanto en la industria artística como en la comunicación visual y escrita.
Además, la integración de la tradición del papel artesanal en la era digital se ha visto favorecida por un creciente interés en la sostenibilidad y el consumo responsable. Cada vez más personas buscan alternativas ecoamigables al papel industrial, y el papel artesanal se presenta como una opción atractiva, ya que su fabricación suele ser más respetuosa con el ambiente.
En este sentido, la artesanía del papel ha encontrado un nuevo impulso en la era digital, ya que su carácter único y su conexión con la tradición representan un valor añadido en un mundo cada vez más homogeneizado por la tecnología. La integración de la tradición del papel artesanal en la era digital es un ejemplo de cómo la artesanía puede adaptarse y seguir siendo relevante en la sociedad contemporánea.
El papel artesanal y su relevancia en la actualidad tecnológica
En la era digital, el papel artesanal adquiere una nueva dimensión de relevancia. A medida que la tecnología permea todos los aspectos de la vida moderna, el papel artesanal se presenta como un contrapunto físico y táctil en un mundo cada vez más virtual.
El valor del papel artesanal radica en su capacidad para ofrecer una experiencia sensorial única y una conexión tangible con la información. En un entorno saturado de pantallas y dispositivos electrónicos, el papel artesanal proporciona un respiro, invitando a la reflexión y la apreciación de la estética y la artesanía.
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Fuentes utilizadas:
https://historiadelpapel.net/tecnicas-de-fabricacion/papel-artesanal-era-digital-conservando-tradicion-mundo-tecnologico/
Wiquipédia – Còdex Huezotzinco, paper amate
Muñoz Viñas, Salvador. «La restauración del papel«. Tecnos: 2018
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